Sabías que decir «ataque de ansiedad» es una forma incorrecta de llamar al «ataque de pánico«? Lo que sentimos en esos momentos es pánico porque se trata de un nivel más intenso de ansiedad. Veamos a continuación qué es exactamente un ataque de pánico.

¿Qué es un ataque de pánico?

Quien haya sentido alguna vez un ataque de pánico se acordará perfectamente porque es de lo más desagradable. Se trata de un conjunto de síntomas físicos que se manifiestan con gran intensidad. Se trata de los mismos síntomas que aparecen en cuadros de ansiedad, pero de una forma más potente. Algunos de los síntomas son los siguientes:

  • Palpitaciones
  • Taquicardia
  • Sudoración
  • Mareos
  • Vértigo
  • Dificultad para respirar
  • Dolor en el pecho
  • Temblores

Pero el síntoma que no falla en un ataque de pánico y que siempre aparece es la SENSACIÓN DE PERDER EL CONTROL, DE QUE NOS VA A DAR UN INFARTO O DE QUE NOS ESTAMOS VOLVIENDO LOCOS. En momentos en los que nuestro pensamiento tiende hacia estos caminos nos podemos sentir muy vulnerables porque dudamos de nuestra propia persona, no nos podemos refugiar en nosotros mismos porque parece que estamos «estropeados» o que no somos nosotros mismos.

Causas del ataque de pánico

En línea con el apartado anterior, lo que define realmente un ataque de pánico es ese pensamiento de que nos va a pasar algo malo como conclusión a los síntomas que estamos experimentando. Se trata de una malinterpretación de nuestros síntomas y necesidades emocionales, por tanto, los ataques de pánico se originan por una fuerte carencia de herramientas para lidiar con las emociones, especialmente con el miedo y con la respuesta de ansiedad.

La paradoja de la ansiedad y de los ataques de pánico: qué NO hacer

Si nuestro cuerpo responde con ansiedad ante situaciones que nos dan miedo, lo que no podemos hacer es responder con más miedo ante la ansiedad porque la ansiedad se alimenta precisamente del miedo. Si hacemos esto lo que va a ocurrir inevitablemente es que va a aparecer el ataque de pánico como una respuesta intensificada al miedo que yo misma me he generado.

Qué hacer si sufro de ataques de pánico

Como destacaba anteriormente, si tenemos ataques de pánico tenemos una gran carencia de recursos para gestionar nuestras emociones. Es importante dejar de aparentar que todo va bien y empezar a hacernos cargo de nuestras emociones para darles el lugar que merecen. Por tanto, si tienes ataques de pánico o ansiedad lo más recomendable es realizar un tratamiento psicológico para ello. Olvídate de solucionar tu problema con medicación porque la medicación alivia los síntomas, pero la causa que te ha generado la ansiedad o el ataque de pánico va a seguir ahí.