En el Día de la Paz, nos unimos a UNICEF para enfocarnos en el bienestar emocional de los niños. En nuestra Clínica de Psicología Grecia de Jesús en Valdebebas, trabajamos para construir un mundo donde cada niño se sienta seguro y apoyado. 

Consejos para padres

A nuestra clínica acuden padres y niños que nos presentan todo tipo de casos, pero algo que tienen en común todos ellos es que la gestión emocional es un objetivo que trabajar siempre. El mal comportamiento de un niño, la mayor parte de las veces, nos indica que está sucediendo algo en la vida del niño que le genera una emoción que no sabe gestionar.

Por otro lado, cuando un niño lo pasa mal porque alguien está ejerciendo violencia sobre él, lo más importante es que sienta la seguridad necesaria para pedir ayuda. En esta línea, la gestión emocional también cobra un papel relevante porque los niños deben saber que, si el comportamiento de alguien les genera malestar, entonces es algo relevante a lo que prestar atención.

A continuación, se describen consejos prácticos para ayudar a los padres a fomentar la seguridad emocional de sus hijos en el hogar:

  • Identificar los actos de violencia: es muy importante enseñar a nuestros hijos a identificar qué conductas se categorizarían como violentas y cuáles no. Cuando sucede algo a nuestro alrededor en el que se ha ejercido la violencia, es fundamental señalarlo como tal, incluso aquellas cuestiones que sean más indirectas, como, por ejemplo, la manipulación o las críticas dañinas. Actuar de esta forma ayuda a que nuestros hijos no normalicen actos violentos. Por ejemplo: viendo las noticias, podemos comentar que lo que estamos viendo es un acto violento porque una persona agrede voluntariamente a otra produciendo en ella un daño. Otro ejemplo sería si alguien alrededor grita, señalar que esa forma de hablar es violenta y que no es una forma adecuada para mantener una conversación.
  • Promover la empatía: cuando alguien ejerce un acto violento contra otro, es muy importante aprender a ponernos en el lugar del otro y reflexionar sobre cómo se puede estar sintiendo. Siguiendo los dos ejemplos del apartado anterior: si estamos viendo las noticias podemos mostrar nuestro apoyo a la víctima de las noticias (intentando no apoyarnos en ideología política para defender nuestras emociones) trasladando cómo nos sentiríamos si nos encontráramos en esa situación. En segundo lugar, si alguien gritara podemos verbalizar que cuando alguien nos grita nos hace sentir muy pequeños porque quiere dominarnos y presionarnos. La empatía es una habilidad fundamental para promover la Paz.
  • Reflexionar sobre otras opciones: cuando una persona actúa con violencia ante un conflicto suele deberse a tres posibles razones: 1. Por desesperación, 2. Por diversión o 3. Presión social. Ayudar a la persona que ha actuado de forma violenta a buscar otras opciones para solucionar el problema que le llevó a actuar de esa forma es lo mejor que podemos hacer para que la persona adquiera herramientas prácticas para actuar que le alejen de la violencia y le acerquen a la Paz, así como a una vida plena. Por ejemplo: si alguien grita cuando otro le chincha, es interesante hacer lluvia de ideas para pensar en qué cosas se pueden hacer cuando eso ocurre para no llegar a gritar, como el uso de una palabra clave, la técnica del semáforo, evitar a la persona, el uso de la asertividad o llamar a la persona de autoridad de ese momento.
  • Pedir perdón: si en casa hemos identificado una situación en la que se ha ejercido violencia, hemos empatizado con esa persona y posteriormente hemos reflexionado sobre otras opciones mejores y alternativas al uso de la violencia, entonces es el momento de buscar la reconciliación, reconocer nuestros errores y pedir perdón. Es importante disculparnos siempre que seamos conscientes de que le hemos hecho daño al otro, incluso cuando creamos que tenemos la razón porque una cosa no quita la otra. También es crucial hacer hincapié en cómo vamos a mejorar nuestra conducta en la siguiente ocasión. El orgullo nos lleva a la violencia y nos aleja de la Paz.
  • Practicar sobre cómo actuar la próxima vez: cuando ya hemos realizado y llevado a cabo todos los consejos descritos en los párrafos anteriores, es hora de poner a prueba a nuestros niños y preguntarles cómo van a actuar la próxima vez. Esta pregunta nos ayudará a saber si nuestro hijo está un pasito más cerca de la Paz o debemos retroceder y reforzar alguna parte de la estrategia. Puede ser una pregunta tan sencilla como: ¿entonces, que vas a hacer la próxima vez si Pepito te chincha?
  • Reforzar: es importante que no sólo llamemos la atención a nuestros hijos cuando han hecho algo mal, sino que es incluso fundamental llamarles la atención para felicitarlos cuando lo hacen bien. Reforzar sus actos más pacíficos aumentará las probabilidades de que repitan esa conducta, promoverá el desarrollo de su autoestima y moldeará mejor sus actos. Por ejemplo: felicidades por compartir tus juguetes, así da gusto jugar contigo. Siempre hay conductas que por muy pequeñas que sean las podemos reforzar. Por ejemplo: antes de que empezaras a gritar lo estabas haciendo muy bien porque te estabas expresando adecuadamente.
  • Disculparnos y reconocer nuestro error como padres: no existen padres perfectos y eso implica que alguna vez podamos perder los papeles. Es importante que la frecuencia de esto sea muy reducida, casi nula, pero si por lo que sea esa situación se da, debemos reconocerla y disculparnos con nuestros hijos, ya que no sólo por ser sus padres y la autoridad todo vale. Por ejemplo: si le hemos gritado a nuestro hijo por no querer vestirse, entonces debemos reconocer que lo hemos hecho mal y reflexionar sobre alternativas (tal y como le hemos enseñado a ellos).
  • Fomentar la comunicación: si queremos que nuestro hijo nos pida ayuda si en algún momento algo no va bien a su alrededor o en su grupo de amigos, entonces debemos fomentar la comunicación y la confianza que tiene en nosotros. Por ejemplo: pasando tiempo de calidad con ellos, interesándonos por aquello que le gusta, expresando nuestras emociones y contando historias o escuchando. La comunicación es fundamental para el bienestar emocional, crear lazos fuertes y fomentar la Paz a nuestro alrededor.
  • Promover los halagos y la amabilidad: es importante que la forma de relacionarnos en casa sea por defecto positiva y esto incluye una forma de hablar amable, ser generoso y halagar al otro. Podemos proponernos un ejercicio práctico que sea decirnos a nosotros mismos algo amable al despertarnos, dar los buenos días a quien tengamos alrededor y decirle algo positivo nada más empezar la jornada. Esto puede hacernos cambiar de perspectiva a una comunicación más amable que promueva la paz.

Recursos para educadores

Los educadores tienen un papel significativo en nuestra sociedad y por ello promover la Paz desde las escuelas es importante, ya que si solo la promovemos desde casa nos vamos a quedar con una gran carencia.

Algunas dinámicas que pueden utilizar los educadores en clase para promover la paz son las siguientes:

  • Uso de cuentos con personajes que sean un modelo para la paz y que ayuden a mejorar la gestión emocional. Por ejemplo: El monstruo de los colores o el Principito.
  • Utilización de sistema de puntos que promuevan los actos amables y la comunicación positiva. Por ejemplo: poner una estrella en el listado de alumnos que se comunican de esta forma o incluso dar un punto extra en las calificaciones.
  • Reforzar las conductas de generosidad a los demás compañeros. Por ejemplo: cuando un niño ayuda a otro con una tarea o le escucha si se siente mal.
  • Realizar ejercicios prácticos para aprender a resolver conflictos. Por ejemplo: plantearles cuestiones como qué hacer cuando alguien quiere estudiar o concentrarse y otra persona se pone al lado con música alta.
  • Realizar actividades en las que se promueva el decir algo positivo de alguien. Por ejemplo: que a cada alumno le toque un compañero de forma aleatoria y deba resaltar una característica positiva de esta persona (“es una persona tranquila o con la que se puede hablar porque el otro día le vi ayudando a un compañero en el recreo”).

Historias inspiradoras

Si nos fijamos un poco en los niños a nuestro alrededor, veremos que muchos tendrán bastantes cosas que enseñarnos. En nuestra Clínica de Psicología en Valdebebas ayudamos a muchos niños y padres a comunicarse mejor y a transmitir mejor sus emociones y necesidades. Concretamente, el otro día, la madre de un niño de 4 años que venía por mal comportamiento me comentaba que esa semana había estado muy estresada y en un momento determinado no pudo contener las lágrimas y este niño se acercó a ella a acariciarla y a consolarla para decirle que estaba todo bien y que estuviera tranquila. Como si esto fuera poco, la situación fomentó que el hermano mayor de 6 años también se acercara y le preguntara que en qué podía ayudarla para sentirse mejor. Esta historia nos muestra, por un lado, lo bonita que es la unión familiar, incluso en los momentos malos, así como el inmenso trabajo que se puede hacer incluso con niños pequeños para que aprendan a gestionar tanto sus emociones como las de las personas a su alrededor y que un comportamiento positivo da ejemplo a los demás promoviendo así la paz. Todas las personas tenemos recursos personales para ayudar a otros, incluso cuando somos pequeños y podemos utilizarlos para promover la Paz.

Conclusión

En definitiva, cultivar la resilencia, promover la empatía y fomentar relaciones saludables son aspectos clave para construir un entorno psicológicamente pacífico. En Clínica de Psicología Grecia de Jesús contamos con más de 10 años de experiencia y con un Método propio para cuidar de la salud mental de nuestros niños.