En este artículo exploraremos cómo los resultados del informe PISA 2023 reflejan aspectos psicológicos en el sistema educativo español. Analizaremos la importancia de abordar el bienestar emocional y las estrategias para fortalecer el rendimiento académico desde una perspectiva psicológica.
Informe del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos (PISA) se elabora cada tres años por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y concretamente en el 2023, los resultados para España han sido los peores de la historia del Informe en el área de las Matemáticas para nuestros alumnos. No solo hemos obtenido mala puntuación en Matemáticas, sino que también hemos empeorado en Lectura. Pero parece que no todo es negativo porque con respecto a las Ciencias los resultados han mejorado (teniendo en cuenta que la puntuación obtenida en 2018 había sido la peor en la historia de esta asignatura).
Por otro lado, con respecto a las diferencias de género, el informe también revela que los niños son mejores que las niñas en Matemáticas, presentando 10 puntos por encima que ellas, y que las niñas, al mismo tiempo, son mejores que los niños en lectura por 25 puntos por encima que ellos. También existen diferencias regionales dentro de España, como, por ejemplo: los alumnos gallegos se sitúan un 15% por encima que el nivel mundial en Ciencias, mientras que los alumnos de Ceuta se sitúan en el 25% inferior.
Estos resultados nos llevan a reflexionar sobre las razones de estas diferencias y este deterioro en la educación, así como a plantearnos muchas cosas relacionadas con la psicología educativa. Muchos se preguntan si estos resultados se relacionan directamente con la inteligencia y, por tanto, si el nivel de inteligencia de nuestros jóvenes ha disminuido en nuestro país. Lo que está claro es que psicológicamente estos resultados afectan a nuestra autoestima y a nuestro bienestar y nos generan preocupaciones relacionadas con el futuro de nuestros jóvenes.
Contexto educativo en España
El abandono escolar ha ascendido en España al 13,9% y los que continúan sus estudios lo suelen hacer como una obligación porque el sistema educativo español no les resulta atractivo. Sabemos que eso de las clases magistrales, que consisten en sentarse en el pupitre y escuchar durante horas a un señor o a una señora que cuenta cosas sobre un tema específico ya no se lleva. Sin embargo, eso no significa que todo valga a la hora de dar una clase con tal de ser innovadores.
A continuación, se describen algunos de los factores de nuestro sistema educativo que pueden afectar al bienestar emocional de los alumnos:
- Indefensión aprendida: si los alumnos sienten que hagan lo que hagan no mejoran sus notas, entonces dejan de esforzarse. Esto pasa con alumnos que necesitan herramientas diferentes o un enfoque diferente al que se le está dando y no lo obtienen. Estos alumnos se desmotivan y se abandonan a sí mismos. Se trata de personas que tienen habilidades diferentes y es importante ayudarles a encontrarlas.
- Falta de esfuerzo: si como alumno siento que nada de lo que hago mejora mis notas, pero a final de curso no hay ningún tipo de consecuencia ni repercusión porque a pesar de haber suspendido paso de curso, entonces lo más probable es que sienta una gran incongruencia y que concluya que los buenos resultados académicos no dependen de mí, sino del profesor de turno, de la escuela o del estado. Es importante en este sentido que los alumnos realmente sean capaces de lograr buenos resultados por su cuenta y es en este punto en el que debemos de incidir para mejorar y ser capaces de ayudarles.
- Falta de límites y de autoridad: muchos profesores se ven si autoridad y sin capacidad para poner límites y esto genera grandes repercusiones para poder llevar un orden y una estructura en clase. Esta falta de límites y de autoridad al mismo tiempo promueve un ambiente hostil en el que la sensación de inseguridad aumenta, así como los casos de acoso escolar y maltrato. Para sentir seguridad en cualquier institución necesitamos unas normas.
- Falta de un departamento de orientación potente: muchas escuelas no cuentan ni siquiera con la figura del orientador o del psicólogo escolar que ayuda a detectar y encauzar a alumnos que muestran dificultades, tanto emocionales como meramente académicas. Tal y como es importante que existan unos límites y unas normas, también es muy relevante que exista un departamento en el que podamos expresarnos y encontrar recursos personales para buscar soluciones.
- Falta de actividades que fomenten la creatividad: poder tener dentro de nuestra rutina escolar actividades un poco más distendidas que permitan a los alumnos relajarse y fomentar su creatividad es fundamental para su bienestar emocional. Recordemos que sin bienestar emocional da igual la capacidad intelectual que tengamos porque no la vamos a poder utilizar.
Análisis psicológico de los resultados
España está registrando el mayor número de suicidios de su historia, las cifras entre menores de 15 años se han triplicado desde 2019. El suicidio es la segunda causa de muerte de los jóvenes entre 15 y 29 años, solo precedida por el cáncer. Estos datos nos muestran que los jóvenes están experimentando una gran sensación de soledad, falta de amistades sólidas, baja autoestima, vacío y bajo estado de ánimo. Todos estos factores afectan directamente a los resultados académicos de nuestros jóvenes.
A continuación, se describen las causas psicológicas y factores emocionales que influyen en el rendimiento académico:
- Falta de hábitos saludables:
- Lectura: nuestros jóvenes ya no leen. Tenemos que tener en cuenta que los posts de Instagram y los títulos de los vídeos de TikTok no cuentan, pero sí quitan mucho tiempo libre.
- Pantallas: pasan demasiadas horas sobreestimulados pegados a pantallas. Sabemos que las pantallas sobreestimulan tanto que, si después de estar con el móvil nos proponemos acudir a una clase, es muy poco probable que nos estimule lo suficiente como para que nos atraiga e interese. Además, la capacidad de concentración se ve muy afectada.
- Hobbies: es necesario introducir en nuestra rutina actividades al aire libre, que fomenten habilidades creativas (música, pintura, deporte…) y que nos permitan movernos y cambiar nuestra perspectiva.
- Tiempo en familia: tanto jóvenes como adultos estamos sumergidos en nuestros trabajos y en otras cuestiones alejadas del núcleo familiar. Es importante pasar tiempo de calidad en familia en el día a día.
- Falta de educación en valores: el acoso escolar ha aumentado y ahora es peor porque cuando llegamos a casa el acoso continúa por las pantallas. Es relevante educar en valores (y no me refiero a dar clases a niños pequeños de cómo masturbarnos), me refiero a educar en amor, en amabilidad, disciplina y responsabilidad afectiva.
- Falta de motivación intrínseca: nuestros jóvenes ya no tienen motivación extrínseca (que es la que viene de fuera, como, por ejemplo: los premios) porque eso de decirles “estudia, que así tendrás un buen sueldo de mayor” ya no es posible porque ya no muy realista en España. Así que solo nos queda la motivación intrínseca (que, al mismo tiempo, es la más potente y la más relacionada con la felicidad). La motivación intrínseca consiste en enseñar a nuestros alumnos a esforzarse y a aprender por el mero placer de esforzarse y de aprender, nada más. Esto nos falta y los educadores no están formados en este punto tan importante.
- Falta de autoconocimiento: los test de inteligencia tienen un fallo y es que no miden todos los tipos de inteligencia, como por ejemplo la inteligencia emocional. Se trata de un tipo de inteligencia muy relevante porque está más relacionada con la felicidad que cualquier otra. La razón principal es muy simple: una persona con inteligencia emocional se conoce bien a sí misma y precisamente por eso sabe tomar decisiones en la vida que le conducirán al éxito y a la felicidad y esto es algo con lo que no cuenta una persona a la que solo se le ha fomentado la inteligencia matemática, por ejemplo. Olvidémonos de la capacidad intelectual y hagamos que nuestros alumnos disfruten aprendiendo; démosles las herramientas que necesitan para que por sí mismos logren buenos resultados y démonos cuenta nosotros de que para ello debemos pasar tiempo con nuestros jóvenes, escucharlos, enseñarles el respeto y ayudarles a avanzar.
- Falta de herramientas psicológicas: es importante que empecemos a practicar como padres y profesores la validación emocional y podamos aportar a nuestros alumnos recursos emocionales y la posibilidad de visitar a un psicólogo cada vez que sientan estrés, ansiedad o tengan un problema emocional. Es la única manera de que adquieran herramientas precisamente para prevenir que vuelva a ocurrir y para conseguir que sean maduros y autónomos.
Importancia del bienestar emocional en el aprendizaje
La salud mental es un constructo que está influido por diferentes factores desde el carácter psicológico, biológico, social y económico, los cuales inciden en el estado, desarrollo y bienestar de una persona. Además, direcciona el uso de herramientas para abordar las situaciones y desafíos del día a día permitiendo un funcionamiento social óptimo (OMS, 2021).
Un estudio de la UNED (Universidad Nacional de Educación a Distancia) del 2022 muestra que los alumnos con bajo rendimiento académico presentan mayores dificultades emocionales, hiperactividad, problemas de conducta y problemas con compañeros. Además, los problemas emocionales están directamente relacionados con aquellos alumnos que disponen de recursos digitales en casa (móviles, tablets, ordenadores, videojuegos…).
Otro estudio de la Facultad de Medicina de la Universidad El Bosque (Colombia) destaca que los problemas de salud mental generan un impacto relevante en el rendimiento académico, puesto que puede aumentar problemas en el comportamiento de los estudiantes, aumento en el abandono escolar, baja percepción de las habilidades y capacidades de cada uno (por tanto, baja autoestima) y posibilita la predicción del rendimiento educativo futuro, así como el éxito en la carrera profesional y laboral.
Finalmente, destacamos que los problemas de salud mental generan un impacto relevante en el rendimiento académico porque influyen en:
- El rendimiento académico de los estudiantes. Por ejemplo: sacar notas bajas como suspensos.
- Problemas comportamentales. Por ejemplo: faltas de respeto a profesores o acoso a otros compañeros.
- Abandono escolar. Por ejemplo: empezar a trabajar por preferir ganar dinero en lugar de seguir estudiando.
- Baja autoestima. Por ejemplo: pensar que no son personas válidas por no sacar las notas que les gustaría.
- Rendimiento académico en próximos cursos. Por ejemplo: el alumno sigue con las mismas dinámicas en los cursos siguientes e incluso en el trabajo en el futuro.
- Dificultades emocionales. Por ejemplo: problemas para autorregularse y gestionar el estrés, la ansiedad o la ira.
- Por ejemplo: problemas para permanecer sentado durante un tiempo determinado.
- Problemas con compañeros. Por ejemplo: dificultad para desarrollar relaciones de amistad saludables.
Estrategias psicológicas para mejorar el rendimiento
A nivel psicológico se pueden realizar grandes cambios para mejorar el rendimiento de nuestros alumnos. En línea con todo lo descrito anteriormente, a continuación, se describen los más relevantes que también pueden servir como consejos prácticos para educadores, padres y estudiantes:
- Aumentar el tiempo de lectura en casa.
- Aumentar el tiempo de calidad en familia.
- Potenciar la figura de autoridad y reforzar los límites.
- Establecer lazos de confianza para fomentar la comunicación con nuestros hijos y alumnos.
- Proveer el recurso del psicólogo sin juicios y dándole la importancia que requiere.
- Fomentar la realización de hobbies o actividades agradables dentro de la rutina.
- Limitar el uso de pantallas y supervisar su uso.
- Motivar a nuestros hijos y alumnos reforzándoles y buscando el dinamismo en las actividades.
- Potenciar los tiempos y espacios en silencio para estudiar.
- Brindar ayuda y apoyo, así como buscar herramientas para que aprendan de formas diferentes.
- Potenciar el trabajo en equipo, la amabilidad y la responsabilidad afectiva entre los alumnos en la escuela y los hermanos en casa.
- Crear un departamento de orientación.
- Reforzar el esfuerzo, no solo el resultado.
Casos de éxitos y buenas prácticas
En Finlandia, la igualdad de oportunidades es fundamental en el sistema educativo, y los niños no comienzan la educación formal hasta los 7 años. Hasta entonces se enfocan en el juego, la exploración y el desarrollo de habilidades sociales. Por otro lado, Noruega pone un fuerte énfasis en el juego al aire libre y la participación de los padres en la educación temprana. Otros países como Singapur han destacado en la enseñanza de matemáticas y ciencias desde edades tempranas.
En esta línea, existen métodos que han sido muy innovadores y que han mostrado muy buenos resultados. Por ejemplo: el método Montessori, Reggio Emilia, el uso de la tecnología responsable en el aula, la educación al aire libre o el aprendizaje basado en proyectos, entre otras.
Conclusión
En conclusión, debemos realizar una profunda reflexión sobre los resultados del Informe del Programa para la Evaluación Integral de Alumnos (PISA) y vincularlo con causas y repercusiones psicológicas si queremos ver mejoras en los próximos años.
Existen fuertes estrategias psicológicas para mejorar el rendimiento y, por tanto, es fundamental integrar la Psicología y la figura del psicólogo para lograr la mejora continua del sistema educativo. En la Clínica de Psicología Grecia de Jesús en Valdebebas estamos, continuamente, trabajando de la mano de colegios cercanos para mejorar las herramientas psicológicas de sus alumnos así como para trabajar con casos psicológicos que llegan a consulta con motivos relacionados con el fracaso escolar o el acoso escolar.