Qué es la violencia psicológica

La violencia psicológica es un tipo de violencia caracterizada por provocar sufrimiento emocional a otra persona a través del comportamiento sin que se ejerza una agresión física.

 

Características de la violencia psicológica

  • Intencionalidad: el que ejerce este tipo de violencia puede actuar de forma intencionada o no. Por tanto, que una persona actúe de forma violenta o haga daño “sin darse cuenta” no quiere decir que esa conducta no se considere violencia.
  • Progresión: lo más habitual es que este tipo de violencia comience a darse de forma sutil en la relación con el fin de ir normalizando pequeñas actitudes. Finalmente se llegan a incorporar con gran facilidad comportamientos muy agresivos y dañinos.
  • Comorbilidad: la violencia psicológica puede darse de forma aislada o venir asociada a otros tipos de violencia (física, sexual…).
  • Consecuencias: las relaciones en las que existe violencia son relaciones insanas, disfuncionales y tóxicas en las que abundan consecuencias de salud mental como la aparición de trastornos emocionales como la depresión, la ansiedad o los trastornos de personalidad, así como los problemas de autoestima.

 

Ejemplos de violencia psicológica

Como la violencia psicológica no se ve y es tan amplia, es frecuente que genere gran confusión y dificultad para identificarla. A continuación, se mencionan algunos ejemplos para comprenderla mejor:

  • Manipulación: chantajes, gaslighting, amenazas…
  • Degradación: humillaciones, críticas ofensivas, no colaborar o no asumir responsabilidades, invalidar emociones…
  • Intimidación: insultos, gritar, romper objetos…
  • Rechazo: ghosting, ley del hielo, aislar, excluir…
  • Control: actitudes que generan jerarquía, tener que dar explicaciones (que tengas que esperar su aprobación constantemente), no permitirle hacer nada por su cuenta