Acabamos de empezar un nuevo año, un nuevo año que promete… el 2020!

Lo normal en esta época es que estés hasta arriba de ilusión y estés deseando ponerte en marcha con la consecución de tus nuevos objetivos… bueno, lo de «nuevos» no siempre es así porque en ocasiones nos encontramos con objetivos que repetimos año tras año porque nunca conseguimos que se conviertan en un logro. Te pasa esto? Averigua a continuación cómo cambiar esta dinámica. Y si lo que te preguntas es el por qué de la importancia de tener objetivos anuales a la vista, entonces quédate con que es un requisito indispensable para conseguir tu desarrollo personal y potenciar tu autoestima.

Vamos con ello… Qué necesitas saber para conseguir tus propósitos de año nuevo?

  • Motivación: Lo primero que tienes que tener claro es qué es lo que te gusta porque va a ir directamente relacionado con la motivación que tengas para llevar a cabo ese objetivo. La motivación es fundamental ya que no vas a tener que esforzarte tanto si de verdad te gusta. Si actualmente no tienes nada que te apasione entonces elige aquello por lo que tengas algo de interés y verás que a medida que vayas dedicándole tiempo y aprendiendo de ello, más te va a ir gustando.
  • Razones: tenemos que saber especificar por qué queremos conseguir un determinado objetivo. Esto se relaciona con el punto anterior, ya que cuanto más claro tenga por qué quiero conseguir algo, más intensa va a ser esa motivación. Por ejemplo: «quiero dejar de fumar para mejorar mi salud», esto está perfecto… pero intenta especificar un poquito más… «quiero dejar de fumar para prevenir enfermedades como el cáncer de pulmón, para mejorar mi capacidad pulmonar, para hacer más kilómetros cuando corro, para mejorar la apariencia de mi piel, de mi voz, de mis dientes, etc.». Ves la diferencia? cuando especificas, el objetivo parece más claro y más visual.
  • Cantidad: si tienes demasiados objetivos no vas a poder tenerlos todos presentes y esto es básico para cumplir con lo que te propones. De nada sirve el «no me acuerdo de lo que quería, voy a revisarlo en mi libreta», a que te suena raro? elige aquello que más quieras y vete a por ello.
  • Especificidad: te animo a escribir los objetivos generales y posteriormente los objetivos específicos. Por ejemplo: Objetivo general «adelgazar», objetivo específico «adelgazar X kgs cada X tiempo con ayuda de un nutricionista».
  • Realismo: si te pones un objetivo demasiado alto te vas a frustrar. Si ya te ha pasado, no abandones, simplemente baja un poco las exigencias y sé flexible. Ten en cuenta que el progreso incluye recaídas, por tanto, si te encuentras con una recaída tranqui, no vuelves a partir de cero, vuelves a partir de donde ya estabas, no te machaques.
  • Positivismo: celebra y dale mucha importancia a los pequeños logros que vas consiguiendo, ya que cada uno de ellos tienen un enorme valor y son parte de tu esfuerzo.
  • Responsabilidad: tu locus de control debe ser interno, qué quiere decir esto? que es fundamental que tus objetivos dependan en gran parte de ti, no del azar o de alguien externo. Es decir, no te pongas objetivos como que te toque la lotería, aunque sí debes tener en cuenta que si quieres que te toque, por lo menos cómprala… eso sí.
  • Planificación y estrategia: cuánto tiempo le vas a dedicar a tu objetivo a la semana? crea una rutina e incluye un tiempo prudente para dedicarte a aquello que quieres conseguir. Recuérdate que con quien tienes que comprometerte es contigo mismo. Incluso puedes ir realizando un registro del cumplimiento de tu planificación para identificar cuánto avanzas en el camino que te has propuesto. Si no te está funcionando la estrategia que habías pensado, toca ser creativo y buscar otra manera.
  • Inspiración: si conoces a alguien que haya conseguido objetivos similares a los que te has marcado, infórmate acercándote a esas personas.