a. John Bowlby: es la teoría del apego más aceptada. El apego se inicia en la infancia y continúa a lo largo de la vida.
Los niños poseen un comportamiento innato que les lleva a querer explorar cosas nuevas, pero cuando éstos se asustan por las circunstancias que sean, su primera reacción es buscar la seguridad de su cuidador primario.
b. Mary Ainsworth: propuso su concepto de “situación extraña” (situación del niño con alguien que no es un familiar) y añadió tres estilos de comportamiento:
i. Seguro: cuando el niño busca protección y seguridad, lo recibe. Afecto que proporciona una autoestima sana. Tienden a ser en el futuro personas estables con relaciones personales saludables.
ii. Inseguro-Evitativo: el cuidador deja de atender las necesidades de protección del niño. Inseguridad, sensación de abandono y se sienten desplazados. Cuando el cuidador se va no suelen mostrar sufrimiento o miedo y su retorno no es especialmente celebrado, indiferencia o evitación del contacto. La figura de apego puede haberse considerado lenta o poco sensible a las necesidades afectivas y de protección del niño.
iii. Inseguro-Ambivalente: responden a la separación con gran angustia y suelen mezclar sus conductas de apego con protestas y enfados constantes porque han recibido mensajes contradictorios (unas veces han recibido amor y protección y otras no, de manera muy variable e inestable). No están seguros de si pueden contar con su presencia. Suelen mantenerse cerca de la figura de apego constantemente.
iv. Algunos autores también hablan del apego desorganizado: elación amenazante entre el cuidador y el bebé, en la que los padres o quienes se encarguen del infante se comportan de forma impredecible, ambiente hostil.
c. Hazan y Shaver: estos autores hablan del apego en las relaciones amorosas de los adultos:
i. Apego seguro: autoestima sana y relaciones personales saludables. Se sienten seguros, no les preocupa la intimidad y son independientes.
ii. Apego preocupado-ansioso: buscan de manera constante aprobación de los demás y la necesidad continua de la pareja. Impulsivos, dependientes, desconfiados y tienen una visión poco positiva de sí mismos y de sus relaciones interpersonales.
iii. Apego evitativo-independiente: suprimen sus sentimientos para no sufrir, se aíslan por sentirse incómodos en la intimidad con otras personas, son muy independientes. Se ven a sí mismos como autosuficientes y sin necesidad de relaciones cercanas.
iv. Apego desorganizado: sentimientos contradictorios en sus relaciones interpersonales. Desean la intimidad con otros pero a la vez se sienten incómodos. Se desvaloran y desconfían de los demás. Buscan menos la intimidad y suprimen sus emociones.