La baja autoestima es muy frecuente y suele ser la causa de numerosos problemas, como por ejemplo la inseguridad en la toma de decisiones, el perfeccionismo, la dependencia emocional, los celos, la falta de habilidades sociales, la dificultad del éxito profesional… por eso yo ayudo a la gente que quiere aprender a gestionar sus pensamientos limitantes y que quiere aprender a vivir su vida al máximo.

 

¿Quién es la persona culpable de tener baja autoestima? Pues realmente esto sólo va a depender de una persona: de ti, de cómo tú interpretes las experiencias. Durante toda tu vida todo lo que te han enseñado y todo lo que han dicho de ti se guarda en tu mente, en tu autoimagen y tu autoconcepto. Tu ego, es decir, tu personalidad, tu máscara se forma con el conjunto de creencias que has ido recolectando de ti mismo, se trata de una proyección de lo que piensas de ti que te dice lo que puedes o no puedes hacer. Pero tenemos que entender que esto no eres tú, es lo que tú crees de ti. Si tienes pensamientos limitantes, como tenemos todos, es porque tienes una mala imagen de ti. Es probable que esas creencias no sean ciertas y debes cambiarlas.

1.     Zona de confort: lo que hace que no quieras salir de donde estás es tu zona de confort, lo que ya sabes y lo que ya conoces, a lo que tu mente ya se ha acostumbrado. El objetivo de tu mente es sobrevivir y mantenerte a salvo, lo que ya conoces te mantiene seguro. Cuando ya te has acostumbrado a cierta situación a lo largo de tu vida, te va a costar más salir de allí, pero esto también puede llegar a aplanarte, deprimirte y frenar tu crecimiento personal. No necesitas ser feliz para estar cómodo, tenemos que enfrentarnos a esos pensamientos limitantes que nos lanza nuestra tendencia a la zona de confort para atrevernos a hacer lo que nos apasiona, lo que nos apetece, lo que creemos que es nuestro camino hacia la felicidad. La vida está ahí afuera y las oportunidades también. 

2.  Deja de buscar aprobación: Por naturaleza, los seres humanos somos seres sociables, desde pequeños necesitamos a otras personas para sobrevivir, nacemos dependientes. Pero lo seguimos manteniendo de mayores por error y eso se ve reflejado en la búsqueda de aprobación de nuestros padres, amigos, jefes, pareja, etc. Queremos que ellos vean que estamos bien, si estamos bien, nos dan su aprobación y si nos dan su aprobación eso significa que nos quieren y yo necesito que me quieran, no puedo vivir con la incertidumbre de hacer las cosas mal y la posibilidad de que me dejen de querer… porque claro… ¿Yo me quiero? ¿Si me quisiera necesitaría esa aprobación constante y mendigar tanto amor? Si las personas a tu alrededor tienen cierto nivel de vida y tu nivel objetivo está más arriba y quieres subir, cuando empieces a hacer las cosas de manera distinta, estas personas a nuestro alrededor se sentirán incómodas. El grupo se incomoda cuando alguien hace algo distinto, genera desconfianza, genera descontrol. Si no te apoyan o te dicen que lo que haces no vale la pena, te estarán limitando y esto es algo que a veces tendrás que asumir que pase y dejarlo a un lado. “No eres suficientemente sociable, guapo, listo, etc. Para conseguir X”. Tenemos que tomar la decisión de ir hacia delante. Debes saber que nadie te está priorizando porque la gente a su alrededor está ocupada priorizándose a sí misma (como debe ser) por eso debes aprender a cuidarte y priorizarte, ya que nadie puede hacerlo por ti. 

3.     Miedo al rechazo: todos tenemos de alguna manera miedo al rechazo, que nos digan que no en el trabajo, en el amor, etc. se trata de un miedo con el que tenemos que lidiar, resulta que es un miedo probable y tenemos que saber que no es catastrófico, si realmente me rechazan, no pasa nada, tendré que buscar mi camino y seguir adelante. 

4.    ¿Cómo ganar respeto de la gente que nos rodea? Sal de la zona de confort y haz cosas que te dan miedo. La gente que te rodea también tiene miedo, miedo al rechazo y a la opinión pública. Cuando ven que alguien empieza a hacer cosas que dan miedo, se convierte en alguien admirado.

5.   Lenguaje corporal: fíjate en las personas a las que admiras, las personas que han conseguido aquello que quieres e identifica cómo se mueven, aprende de ello. 

6.   Decisión de vivir: deja de tomar decisiones con piloto automático. La decisión de empezar a vivir con tus pasiones y con tus deseos puedes tomarla desde ya, se trata de un compromiso contigo mismo. 

7.   No te machaques por tus errores: cuida el lenguaje con el que te hablas a ti mismo. Si una persona a la que quieres se equivoca, no le machacas ni le dices lo tonto que es, ¿verdad?, le das apoyo, le dices que no pasa nada y le ayudas a avanzar y a que no se desanime. Haz lo mismo contigo. Trátate bien, transmítete mensajes agradables cuando te mires al espejo. 

8.   Trabaja tus límites: debes conocer tanto tus fortalezas como tus debilidades. Dale importancia e intensifica tus fortalezas. Tus debilidades analízalas y piensa si puedes modificarlas o no, si puedes modificarlas adelante, intenta mejorar, pero si se trata de «defectos» ( o «efectos» como me gusta decir a mi) entonces tendrás que aceptarlos, tal y como aceptas los defectos de las personas a las que quieres. 

9.    No te compares con criterios artificiales: no sabes el esfuerzo que hay detrás del éxito de las personas a tu alrededor, no les idealices porque «no es oro todo lo que reluce», pero si tienen algo que te pueden aportar, aprende de ello. Piensa que todo es perfecto a su manera, todo es perfecto tal y como es para las circunstancias en las que se encuentra, para el proceso y el nivel de desarrollo en el que se encuentra. 

10.  Tiempo de calidad para ti mismo: tal y como pasas tiempo de calidad con las personas a las que quieres haz lo mismo contigo mismo. Es importante que no te abandones en este sentido y que sigas cada día conociéndote y desarrollando tus habilidades y tu intimidad.