NIÑOS

Cada niño es único y necesita sentirse aceptado y querido incondicionalmente. Tienen que sentirse queridos por lo que son y no por lo que potencialmente son o por lo que queremos que sean.

Recursos

1) Tenerles en cuenta en tus tareas cotidianas y pasar tiempo de calidad con ellos: las obligaciones del día a día de los adultos a veces obstaculizan el tiempo de calidad.

a. Transforma las actividades en el día a día para pasar tiempo con ellos, pídeles ayuda para potenciar su autonomía y confianza. A los niños les encanta sentirse útiles y que cuenten con ellos.

b. Incluye a tus hijos en tus decisiones. Proponles propuestas y que ellos elijan, demuestras que confías en su capacidad de elección.

c. Cuéntale qué tal tu día. No le agobies con preguntas, es bueno que sepa cómo es el día a día de un adulto.

d. Juega con ellos. El juego es fundamental para el desarrollo de los niños. Está bien que les incluyas en tus actividades, pero inclúyete tú también en las suyas.

2) Dale responsabilidades: Fórmales en el compromiso: organizarse su mochila, que se ordene su habitación… retos a modo de juegos y modejale. Enséñale a realizar esas tareas.

3) No comparar: a veces lo hacemos para motivar, pero lo que creamos es envidias y rivalidad, dañas su autoestima desvalorando sus cualidades. Nunca compares a los niños, cada uno es especial dentro de su singularidad.

4) No etiquetar (profecía autocumplida): Condicionan su carácter y su personalidad. No es malo, ha actuado de una manera incorrecta en ese momento.

5) Valora el esfuerzo y no los resultados: no se lo hagas todo, que tomen responsabilidades acordes con su edad, ayúdale a marcar metas realistas, dialoga y explícale los por qués.

6) Cambia la crítica por los elogios: elogio es una poderosa arma para favorecer la autoestima. Pero utilizarlo de manera adecuada, no para echar en cara ni para manipular.

7) No sobreprotección: fomentas la inseguridad y dependencia.

ADOLESCENTES

Periodo complicado que solemos hacer aún más difícil al no prepararnos para ello. Etapa crítica en el desarrollo del ser humano, las emociones se viven con mayor intensidad.

Debe tomar todo lo que le han enseñado en la niñez para su autocrecimiento.

La autoestima es la valoración de uno mismo y está ligada al autoconcepto, es decir, quién creo que soy. Debemos darnos una valoración positiva de nosotros mismos, pero realista.

Tener la autoestima sana no es tener un ego desbordante, tendremos autoestima positiva o negativa.

1) Observa sin intervenir. Mandas el mensaje de que ellos no son lo suficientemente inteligentes o capaces de resolver sus problemas.

2) Debemos permitir que se equivoquen. La autoestima se desarrolla con la experiencia y no con las palabras. No tiene nada de malo equivocarse. Apoyar en esos errores y aplicar esto en nosotros mismos.

3) Ayudarles a ver sus fortalezas y aquello que puedan mejorar, pero dándole más importancia a las fortalezas.

4) Ser siempre sinceros.

5) Buena relación desde la infancia.