Recientemente realicé una entrevista para la Cope sobre la adicción a las Redes Sociales. Se trata de un tema muy interesante y que repercute en nuestra vida diaria, por eso he decidido compartir con vosotros la información que recopilé sobre este tema.

Para oír la entrevista de la cope basta con hacer click aquí.

1. ¿Realmente existe la adicción a las redes sociales?

Sí. De echo, existe el término de ciberadicción que es la adicción a internet, y dentro de este concepto existen distintos tipos, entre ellos la adicción a las redes sociales.

Hoy en día este resulta un tema súper relevante porque la tecnología es muy accesible y es muy fácil que se genere esta adicción porque en redes sociales se suele mostrar sólo lo positivo así que acabamos asociando las pantallas negras con satisfacción al instante. Por otra parte, no sólo influye lo positivo de lo que se transmite, sino también la rapidez con la que se transmite.
Hablamos entonces de un problema vinculado a las emociones, así que cuando se trata de menores la situación se agrava porque éstos todavía no saben gestionar las emociones de forma correcta y pueden acabar utilizando las redes sociales a modo de evitación (de los problemas de la vida diaria), lo que le les llevaría al aislamiento.

Para identificar cuándo se trata de una adicción, debemos atender a síntomas como:
– Desapego hacia las personas más cercanas, es decir padres y amigos.
– Irritabilidad.
– Dolores de cabeza frecuentes.
– Insomnio y trastornos del sueño.
– Desinterés por la vida fuera del ordenador.
– Apatía a la hora de comunicarse con las personas a su alrededor.
– Descuido de la higiene personal y de otros hábitos como comer.
– Miedo a dejar el móvil en casa.
– Comprobación de notificaciones cada poco tiempo. Aproximadamente 20 veces al día.
– Utilización del móvil mientras haces otras tareas como ir andando o conduciendo.
– Que lo primero que haces al despertarte y lo último que haces antes de dormir sea mirar el móvil.
– Subir contenido cada vez que vas a un sitio, casi como una obligación.
– Sensación de nerviosismo o de que te falta algo si no puedes acceder a internet.
– Sentir tristeza o ansiedad si los demás no interaccionan contigo por esta vía mediante comentarios, mensajes, likes, etc.
– Preferir comunicarse por redes sociales antes que en persona.

2. ¿Qué riesgos puede tener el estar siempre pendiente de las notificaciones de las redes sociales? (likes, comentarios…)

El efecto principal es que no llegues nunca a desconectar, siempre estás activo.
Las principales consecuencias o riesgos son:

– El aumento de la tristeza y la baja autoestima: porque se ha demostrado que las personas que más visualizan los perfiles de los influencers que muestran una vida artificial y perfección de cuerpos, genera mayor riesgo de padecer síntomas depresivos. Por otra parte, la tristeza se genera también porque dejamos a un lado el disfrute de la vida cotidiana, es decir, pasa a un segundo plano el vivir el momento presente.
– Estrés y ansiedad porque siempre estás expectante. Como decíamos, siempre estás expectante, siempre activo… siempre estás esperando un mensaje, un like…
– Dependencia ya que dependes constantemente de tu mv y esto genera una sensación de pérdida de control.
– También existe la sensación de soledad.
– Aumento de problemas en las relaciones personales: descuidas las interacciones en persona, existen numerosos malentendidos y por otra parte, llegas a decir cosas en redes sociales que nunca dirías en persona, lo que puede aumentar las ofensas y los problemas de este tipo.
– Problemas de concentración: disminuimos la atención que prestamos a las tareas que estamos realizando en ese momento.

3. ¿Qué es el FOMO y cómo nos afecta?

FOMO: El miedo a perderse algo (Fear of Missing Out). Esto ocurre cuando al echar un vistazo a lo que están haciendo tus amigos desde las redes sociales tengas la sensación de que tu vida es mucho menos interesante que la de ellos, que podrías estar haciendo algo mucho mejor, lo que genera la preocupación de estar perdiéndose algo.
Se trata de un cuadro de ansiedad. Porque se basa en un miedo que siempre ha existido, el miedo a la exclusión. Pero debido a las tecnologías, este miedo no descansa, es constante.
Al final lo que ocurre es que la manera en la que empleas tu tiempo libre acaba siendo una preocupación.

4. ¿Dónde está el límite entre compartir partes de nuestra vida, y sobreexponernos?

El límite está en el momento en el que no vives tu vida para ti sino para otras personas. Llega un momento en el que te preocupas más por mantener cierta imagen, enmascarando a la persona que realmente eres, lo que acaba perjudicando mucho la autoestima y generando sentimiento de vacío.
Es cierto, que podemos acabar sobreexponiéndonos, hay información que no es necesaria dar y que además puede ser perjudicial. Se recomienda en el caso de los menores (que es el grupo más vulnerable en estos temas), que los padres estén pendientes de sus hijos cuando interaccionan en las redes, y así evitaríamos el conocido “sexting”(envio de mensajes eróticos o pornográficos. Mal uso) y “grooming” (un adulto coge confianza con el niño de forma paulatina con fines sexuales). Por lo que es de vital importancia:
– Que los menores o los padres de los menores no suban fotos de sus hijos con poca ropa.
– No subir fotos con la ubicación de tu casa, o donde se pueda ver dónde vives.
– No subir fotos con ropa identificativa como la del uniforme del colegio.
– No subir fotos con objetos de valor.
– Configurar la privacidad de las fotos.
– Y también muy importante, no ofrecer ningún tipo de información privada a nadie.

5. ¿Pueden ayudar las medidas que están haciendo Google y Apple a que nos desenganchemos del móvil?

Sí, aunque como sabemos, principalmente se trata de un negocio de las propias redes sociales, que han generado ciertas necesidades en nosotros y ahora ellos mismos crean las soluciones. Por tanto, pienso que estas medidas están muy bien, pero aún así, no son suficientes.
Sí, aunque como sabemos se trata de un negocio de las propias redes sociales, por tanto, resulta insuficiente.
Por tanto se recomienda:
– Por una parte, tener horarios fijos para utilizar las redes sociales.
– Desvincularnos por completo del móvil en los momentos de ocio.
– Y en el caso de los menores, que los padres estén presentes en los momentos en los que están en internet.
También quiero finalizar, a modo de conclusión, diciendo que sin llegar a extremos, el uso correcto de las RRSS nos puede ayudar mucho, en el sentido de que ahora nos sentimos más seguros por poder hacer una llamada en casos de emergencia, o por ejemplo profesionalmente, nos dan la opción de tener más visibilidad, y en mi caso, en mi cuenta de Psicopocket subo sólo cosas relacionadas con la psicología, esto me ayuda a estar más presente y conseguir transmitir lo que sé a un mayor número de personas.
Por tanto, es importante tener en cuenta que se trata de un medio que nos aporta facilidades pero con ciertos límites, de los que tenemos que ser conscientes y hacernos responsables de ellos.